Uf, en el calor de fines de noviembre –en el hemisferio sur- y con hambre, en la hoya natural y de cemento que es santiago, hace nublar el cerebro y flaquear las voluntades. Mas no todo es odiosidad e infortunio. Aun se pueden hilvanar pensamientos coherentes con nuestro intrincado tren de vida, conjuntamente con la vorágine del libre mercado, que tantas bondades nos ha dado. Pero… que veo al lado mío? Un joven –es tenaz ya, a mi edad decir joven pues parece que ya tengo mas de 50- a falta de un cheque tenía dos, que apoyados con efectivo redondeaban la cifra fría –aun para el caluroso día- que le permitiera rendir un examen. Como dice? Plata por examen. Hay algo de lo que me perdí? Pienso en todas las tontas criticas a la educación y ahora lo vivo casi en carne propia. El pobre –ya humillado solo por el hecho de hacer ese tramite- tenia que esperar por alguna “respuesta” sin siquiera saber si tenia derecho o no a rendir el mentado examen. Que pasa entonces? Yo me siento casi abusando pidiendo el aplazamiento de un cobro de cheques para pasar más happy el fin de año y las vacaciones. Uf . ya no es por el calor. Sino de vergüenza ajena, por el muchacho y nuestro frío sistema educativo que también danza al ritmo del libre mercado. Heeee…que pasa ahora, aun hay más? Si claro: los mismos huelguistas –huelguistas en chile? habría que sacarles una foto- que vi en el inicio de mi viaje estaban de vuelta, eran los reponedores de bebidas, uno de ellos se me acercó y me pidió una colaboracion para la huelga. Le pregunté que reclamaban: hace un año no nos están imponiendo (ahorro para jubilación + previsión de salud, que por ley, son obligatorios).
